El gazpacho es un plato típico de nuestra gastronomía, más concretamente de Andalucía, cuna de muchas de la comidas consideradas típicamente españolas.Posiblemente sea una los platos más antiguos de nuestra cocina, su origen data de la época romana o árabe, en la que preparaban un majado con los ingredientes bases del gazpacho, pan, ajo, vinagre, aceite de oliva y sal, a la que le añadían agua, formando así una bebida refrescante que aporta hidratación y sales minerales.
El gazpacho era un plato popular entre la gente humilde y trabajadora, era muy consumido por los campesinos, ya que estos tenían que pasar largas horas al sol y esta comida les proporcionaba la hidratación necesaria para soportar las duras condiciones climatológicas de los calurosos veranos, en los que es fácil superar los 40º de temperatura en Andalucía.
El gazpacho típico que todos cocemos hoy día con tomate no llegaría a Europa hasta que se produjese el descubrimiento de América, ya que este es un fruto originario de ese continente. Desde entonces el tomate ha formado parte principal del mismo, dándole ese color anaranjado característico del gazpacho
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El gazpacho ha pasado de ser un plato humilde a formar parte de los platos estrellas de nuestra gastronomía, incluso los grandes chefs han elaborado novedosas propuestas, reinventando así el típico gazpacho con imaginativas variantes, como por ejemplo la inclusión de la fruta como parte de sus ingredientes.Existen muchas variedades de este plato, en málaga es muy típico el ajoblanco, que no es más que un gazpacho sin tomate y con almendras.
- 80 gr. almendras peladas
- 700 gr. tomate
- 1 ajo
- 100 gr. pan duro
- 700 ml. de agua
- 50 ml de aceite
- 80 ml de vinagre
- sal
Podéis prepararlo en una batidora o en la thermomix, yo lo preparo en la th, es rápido y sale muy fino.
Poner las almendras en el vaso y triturar hasta que queden como una harina fina, añadir el ajo y el tomate y triturar nuevamente, hasta conseguir una pasta tipo puré, pero fina.
Añadiremos el pan, que previamente habremos mojado en el agua, junto con el agua, el aceite y el vinagre y volvemos a triturarlo todo, hasta que nos quede un caldo muy muy fino.
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Lo pasamos al recipiente que deseemos y lo metemos en el frigorífico, bien frío es toda una exquisitez.
Un detalle a destacar, las almendras deben ser frescas, ya que de ello depende el éxito de este plato.
La cantidad de agua es orientativa, ya que eso va en gustos, a nosotros nos gusta más bien espesito, pero si os gusta claro, solo tendréis que añadir más agua.
¡ Buen Provecho !
delicioso el gazpacho con almendras, nunca lo probe pero me lo imagino, ademas me encantan los frutos secos y que color me tiene hipnotizada. Esos recuerdos son el mayor tesoro, que todos los dias nos ponen una sonrisa.un beso, daniela
Que importante es tener a alguien que te haga sentir pasión por la gastronomia…enhorabuena por haberlo tenido, fijate tu abuela sembro la semillita gastronomica y mira que delicia, y la pasión por las fotos cuéntame como llegaste a ella. Un abrazo y enhorabuena por la receta, es maravillosa
Pues gracias a tu abuela que te enseñó tantas cosas con las que ahora podemos disfrutar de este blog tan maravilloso que tienes!!!Las fotos son preciosas ;-D
A mí no me sale rico el gazpacho, no me sale, no me sale y no me sale!!!!! ni con Th ni ná!!! Así que me conformo con leer y ver los que publicais y con el deliciosisimo gazpacho de mi suegra (con aliño «agresivo» como dice Antonio) cuando vamos al Puerto de Santa María!!!!!! Lo del gazpacho tiene que ser como todo… tener mano y cogerle el punto….como la tortilla de patata que me sale …..que se sale ,jejeMe encantó tu historia, tus fotos y tu receta!!!Un beso.Bea
Enhorabuena por la receta y por tener una abuela de las que se recuerda con cariño toda la vida.Probaré lo de las almendras, a nosotros nos encanta el gazpacho y lo hago muy frecuentemente, pero sin las almendras. El próximo, con ellas.Besos.
Qué bonita la historia de tu abuela.Yo tambien tengo recuerdos preciosos.Me encantan las fotos que acompañan la recetaUn beso,dolores
Trotamundos, nos has proporcionado una lectura muy emocionante, porque la piel de gallina no se pone ahora por el frío… Es maravilloso crecer al lado de una persona como tu abuela, y lo que tú has visto en ella es lo que los tuyos verán en ti, porque sus enseñanzas y su ejemplo cala, a la vista está.Vamos a probar el Gazpacho de Manuela enseguida, sin duda, una gran cocinera, tiene que estar delicioso!! Muchas gracias por compartirlo.Besos
Si por algo me gustan más los blogs de cocina que las revistas de recetas es por leer sobre cocina, sobre por que se cocina y todo lo relacionado con este mundo.Un artículo y una receta estupenda.Un saludo cocinera.
Magnífico post, Trotamundo, me ha encantado. El gazpacho lo pruebo, sin dudarlo, este finde. Y de las fotos, qué decirte, fantásticas. Un beso.canela
Buenisimo este gazpacho. Este verano lo pruebo. Me parece estupenda esta mezcla entre el ajoblanco, porque lleva almendras y el gazpacho de siempre. Tiene que estar divino. Gracias por tu visita y cometarios. Besotes
Que color, que textura y que abuela!!El gazpacho es algo que no hago, me gusta más con cuchara pero esta textura tuya me apetece!!
Que bueno y fresquito ..
Ya solo el color lo dice todo.Yo, que soy adicto al gazpacho, no me quiero ni imaginar el estupendo sabor que tiene que tener.Cada dos días, cae una botellita de estas en casa, con lo cual no dudes que lo probaré con las almendras.Un besín.
Hola!, gracias por tu visita en mi blog. He venido a verte y tienes cosas super buenas….estoy recién explorandote un poco.Besos Kako!!
Que entrañable la historia de tu abuela. Haremos ese gazpacho, como no.
esta receta esta preciosima! tan diferente del clasico gaspacho! las almendras que delicia!
Que lindo te ha quedado el gazpacho, me encantarìa probar esta receta. Hace tiempo que tenía ganas de venir a verte, gracias por pasar al mìo. Muchos besos, Gloria
Siempre cuento …Que cuando oigo una historia de amor entre abuela y niet» tengo envidia( de la buena) no pude vivir esta historia a pesar de tener dos abuelas.Pero si alguien me hizo sentir que brillaba en el cielo como una estrella, fue mi tia-abuela-madre.El gazpacho seguro que esta buenisimo, pero las fotos son una pasada.Te has dado cuenta el tapón de la botella como flota en el aire?Sin palabras…Un abrazo.Margot
Ha de estar delicioso, lo probaré con las almendras.
Te apunto en mi blog, asi te visito siempre.Besos
El gazpacho con almendraa tiene que estar delicioso, pero nada comparable a los sentimientos que relatas que viviste junto a tu abuela. Cuanta ternura despide tu relato y cuantas vibraciones se despiertan dentro de mi.Gracias trotamundos y enhorabuena.Un abrazoCarmen Rico
Un millón de gracias a todos por vuestros cariñosos comentarios y por la sensiblidad que mostrais. Solo puedo daros gracias, gracias y más gracias.Besos
Hola, tiene una pinta excelente. Una duda, cuando dices almendras frescas ¿a qué te refieres? A almendras que hay que cascar, a almendras blancas sin piel…¿? Me ayudas
Eme son almendras blancas sin piel.Saludos, espero que te guste.
A mi el gazpacho no me dice mucha cosa, pero me ha emocionado la historia de tu abuela.Me hubiera gustado tener una así. Las fotos «buenísimas». saludos.
Barbara podría estar horas hablando de mi abuela, fué muy especial para mí y disfruté mucho con ella, gracias por tus palabras.Besos.